Particularmente, no aconsejo utilizar las tarjetas de crédito como medio de pago por lo peligroso que puede ser si no se manejan adecuadamente.
A continuación, os detallo algunos de los peligros más comunes a la hora de usarlas:
- Deuda creciente: sobre todo si se utiliza para gastos no esenciales, es fácil gastar más de lo que se puede pagar con una tarjeta de crédito, antes de que nos demos cuenta, nos podemos encontrar con una cantidad de deuda acumulada que puede llegar a ser difícil de pagar.
- Tasas de interés elevadas: Las tarjetas de crédito a menudo tienen tasas de interés muy elevadas, lo que significa que se paga más por el dinero prestado. Si no se paga la deuda en su totalidad cada mes, las tasas de interés elevadas pueden hacer que su deuda crezca rápidamente.
- Comisiones y cargos adicionales: Las tarjetas de crédito suelen tener cargos adicionales, como comisiones por demora en el pago. Estos cargos pueden aumentar significativamente tu deuda y hacer que sea más difícil pagar.
- Adicción al gasto: Especialmente cuando se siente que no estás gastando tu propio dinero es fácil gastar más de lo que puedes pagar con una tarjeta de crédito. Esto puede llevar a una adicción al gasto y a un endeudamiento en exceso.
- Daño a tu historial crediticio: El no pagar tus facturas de tarjeta de crédito a tiempo, afectará negativamente a tu historial crediticio, lo cual puede dificultar el obtener un préstamo o una hipoteca en el futuro.
Para evitar estos peligros, utiliza siempre tarjetas de débito, aquellas que te descuentan directamente el dinero de tu cuenta bancaria en el momento del pago, pero si las utilizas, hazlo de manera responsable.
- Utiliza tus tarjetas de crédito solo para gastos necesarios y paga la totalidad de tu saldo en el momento de su facturación.
- Evita el uso de tu tarjeta de crédito para gastos superiores a tu presupuesto.
En resumen, haz tus pagos a tiempo, controla el gasto y no gastes más de lo que puedas pagar.