Los latinos somos una sociedad que, por lo general, nos gustan las relaciones sociales y como se suele decir, la calle.
En aquella época donde la vida era sin mascarilla y podríamos compartir salidas con amigos y familiares, apenas estábamos en casa un rato por las tardes y para dormir. Los fines de semana entre extra escolares, reuniones familiares, cumpleaños… tampoco estábamos.
Una cosa curiosa que pasó durante el confinamiento fue que muchas familias ocuparon su tiempo pintando la casa y haciendo tareas de bricolaje. La venta online de las grandes superficies de este sector se disparó.
Otras familias se percataron que su casa no era la ideal para estar toda la familia 24/7, quizás necesitaban una terraza o una habitación más y, se trasladaron durante este tiempo a segundas residencias que probablemente ofrecía esas carencias que la vivienda habitual no tenía.
La situación actual, con tantas restricciones de movilidad y pocas ofertas de ocio, nos damos cuenta que nuestra casa es nuestro castillo, debemos acondicionarla para sentirnos a gusto.
Salvo que hayamos decidido un cambio de casa, en el resto de casos, no es necesario hacer un gran desembolso para darle un aire actualizado a nuestra vivienda. Muchas veces con cambiar un poco la decoración, cambiar de sitio los muebles, o darle otro aire con un nuevo toque de pintura o papel pintado, es suficiente para recobrar la motivación y disfrutar de nuestra casa.
Y si lo que nos hemos propuesto este año es mejorar la salud de nuestras finanzas, en casa es donde menos gastamos.
Si tienes dudas o no sabes por dónde empezar para mejorar tus finanzas, tienes multitud de medios para formarte, cursos, podcast, videos, pero si quieres algo más personalizado…